El modelo de trabajo se articula en seis fases.
Fase 1: Levantamiento de la información primaria a través de talleres comunitarios para la identificación de ámbitos prioritarios de la calidad de vida urbana.
Fase 2: Elaboración de los indicadores a través de paneles de expertos, en coherencia con la información de los talleres ciudadanos.
Fase 3: Medición de los indicadores estadísticos según ámbitos prioritarios.
Fase 4:Elaboración y aplicación de encuestas de percepción para sensibilizan la información reportada en la medición de indicadores.
Fase 5: Procesamiento de la información y formulación del informe final
Fase 6: Difusión ampliada de los resultados y promoción de un diálogo permanente, focalizado en las políticas públicas sean de carácter regional y nacional.
Cada fase se desarrolla en una secuencia de actividades, que en su conjunto representa una realidad compleja y multidimensional, en la cual encontramos aspectos objetivos y subjetivos propios de la calidad de vida urbana.
Fase 1: Se trabaja en primer lugar con fuentes primarias, mediante la realización de talleres, en los cuales se consulta a la comunidad respecto de aquellos aspectos urbanos más relevantes que inciden en su calidad de vida. En esta fase se elaboran 7 talleres comunitarios en diferentes comunas del Gran Concepción, y que reúnen a 132 participantes. Los talleres fueron organizados con colaboración de los municipios y representantes de las organizaciones comunitarias.
Fase 2: Luego de obtener la información de los talleres comunitarios es posible identificar los ámbitos prioritarios de la calidad de vida urbana de Gran Concepción. Mediante la realización de tres talleres, con la participación de expertos en los temas de movilidad, medio ambiente y territorio, se logran construir indicadores de tipo numérico, que representan la realidad estadística, de aquellos aspectos factibles de ser medidos y que la comunidad señala como prioritarios.
Fase 3: Con la finalidad de medir estadísticamente los indicadores identificados, se recurre a todas las bases de datos oficiales y públicas para obtener la información necesaria para cada indicador, y cuando esta información no se encuentra disponible, se obtiene a través de análisis geoespaciales, fotointerpretación y trabajo en terreno. Esta información se contrasta y traspasa a sistemas cartográficos SIG, para asegurar una expresión espacial de los datos numéricos.
Fase 4: Existen muchos aspectos de la calidad de vida urbana que no son posibles de medir numéricamente, pero que son percibidos por los habitantes. Para ello se construye una encuesta de percepción, que permite obtener una medida de estos aspectos subjetivos de la calidad de vida de la ciudad. Gracias al aporte de BIOBAROMETRO de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, se elaboran 20 preguntas, y se aplica la encuesta el 21 de abril de 2012 en nueve comunas del Gran Concepción
Fase 5: Todos los datos obtenidos en las fases anteriores, es decir, la información de los talleres comunitarios, sumado a los indicadores estadísticos y los resultados de la encuesta, construyen una fotografía de la calidad de vida de la ciudad en un momento determinado. Para el análisis de toda esta información, se realiza un taller con expertos para determinar los criterios en el cruce de la información recabada, definir las prioridades y proponer la mejor forma de representación de ésta.
Fase 6: Finalmente se construyen los canales de difusión para poner en conocimiento la información, de manera tal que la próxima medición permita representar la evolución de los indicadores y realizar análisis comparativos. Esta es la fase más importante, ya que consiste en la promoción continua del diálogo sobre el mejoramiento de las políticas públicas asociadas al desarrollo de la ciudad y su calidad de vida.